¿Por qué elijo mal a mi pareja?

Raquel Moyá

Escoger bien a tu pareja no es una decisión sencilla. Cuando comenzamos una relación, vivimos una etapa preciosa con unas gafas rosas puestas en la que la otra persona nos parece perfecta. Después, ese amor químico se va transformando en algo más profundo y es cuando la razón entra en acción. Empezamos a ver a esa persona con más claridad y lucidez y nos preguntamos si hemos encontrado a “al compañer@ ideal”.

Al elegir a nuestra parejapartimos de una serie de necesidades no cubiertas, por ese motivo elegimos mal. Cuando conseguimos sentirnos bien con nosotros mismos y nuestra vida, es cuando realmente podemos elegir libremente, sin que nadie tenga que cubrir ningún déficit.

La pareja ideal, no es la perfección, si buscamos a la persona perfecta lo más probable es que termine en decepción por no ajustarse a nuestras altas expectativas. Os voy a dejar algunas reflexiones para que podáis elegir bien. La información os hará libres para no repetir los mismos errores.

Consejos para elegir bien a tu pareja

• Es importante tener claro qué estás buscando y qué esperas de tu presente o futura pareja. Puedes hacer una lista con las cosas que valoras en una relación. Te ayudará a elegir mejor y valorar si esa persona se ajusta a tus necesidades. Esa persona nunca será perfecta porque tú tampoco lo eres, por tanto tus expectativas deben ser realistas.

• Tu pareja no es tu media naranja. No te complementa ni te completa. Ambos sois seres completos por separado. Creer que eres su mitad hará que sientas que te falta algo y busques tu felicidad en tu pareja, lo que te convertirá en dependiente emocional. Tu felicidad no puede basarse exclusivamente en tu pareja. Lo mejor es que antes de entrar en una relación ya seas feliz por ti mismo/a. 

• Preserva tu individualidad. Pasar tiempo contigo mismo, mimarte y tener tus propios proyectos vitales son parte importante, (sino la más) de tu desarrollo personal. Quiérete, mándate mensajes positivos, encuentra lo que te hace feliz independientemente de que tengas pareja o no.

• Los proyectos en común son igual de importantes que los individuales y deben ser coherentes entre sí. Saber hacia dónde vais juntos es fundamental. Si uno de los miembros quiere casarse y tener hijos y el otro no, es complicado que la relación se mantenga en el tiempo

• Y lo más importante de todo: aceptamos el amor que creemos merecer. Si crees que mereces algo bueno, sólo aceptarás a quien te haga más feliz de lo que YA eres. En cambio, si no te valoras, aceptarás que los demás tampoco lo hagan.